Entrevista a Tatiana Ruiz

Cuéntanos, ¿cuánto tiempo hace que tienes la academia de baile y por qué decidiste dedicarte a este tipo de negocio?

Tengo mi propia academia de baile desde 2014. Con anterioridad yo daba clases en la academia de mi madre. Cuando me independicé con mi pareja ya decidí abrir mi propio negocio. Lo del baile siempre ha sido mi vida, mi padre es cantaor y mi madre es bailaora. Ellos viajaban mucho por trabajo y la academia que tenían aquí seguía abierta así que yo cubría sus clases.

Yo siempre he querido bailar no dar clases, pero le fui cogiendo el gustillo a que bailar te da un tipo de satisfacción personal, tuya y cuando enseñas es la satisfacción de ver el resultado de lo que le has enseñado a esa alumna y te conviertes en parte de ese éxito.

¿Qué significa para ti la danza/música?

Mi vida. El baile es mi vida, yo no podría vivir sin bailar. Muchas veces la gente me dice “como tu madre es bailaora y tu padre cantaor, lo llevas dentro” y no es cierto. No hace falta haber nacido en una familia de artistas o de bailaores, no. Tú lo tienes porque naces con el gusto por bailar. Naces para bailar se dediquen a lo que se dediquen tus padres.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

Lo que más me gusta es que nunca voy a trabajar, porque como voy a hacer lo que quiero y lo que me gusta. Que a ver, hay días que tienes ganas y te comes el mundo y hay días que no tienes ganas y quieres quitarte los zapatos, como le pasa a cualquiera, pero para mi no es trabajar.

Y bueno, lo que le aportas al alumnado, tanto el que se quiere dedicar profesionalmente, al que tú le das fuerza, constancia y ganas para que consiga lo que quiere, como al que viene por pura afición que te dicen que para ellos es como venir a terapia, se ríen, disfrutan, etc.

Pero a todos ellos les das el 100% y les aportas algo bueno. Da igual la mochila que cargan a sus espaldas, cuando entran en clase,la mochila la dejan fuera y aquí desconectan.

¿Qué crees que es lo más complejo de gestionar una academia?

Mmm… ¿Lo tengo que decir? - dice entre risas- pues… los padres. ¡Sin ánimo de ofender a nadie!

El problema es que la gente está muy equivocada y te hablo con el corazón en la mano, pero las cosas son así.

Los padres, la mayoría de la veces, creen que porque su hijo quiere bailar, por huevos tiene que ser una artista, y no es así. El niño es niño,  le gusta bailar y por eso los padres lo traen y pagan un dinero para que yo le enseñe a bailar. Pero eso no implica que ese niño/a sea una Lola Flores en potencia.

Muchas veces cuando un niño sube a un escenario y se equivoca, recibe una reprimenda de sus padres y yo les digo, “no le eches bronca, súbete y hazlo tú, que no es nada fácil enfrentarse a un público y ponerte a bailar sin más”.

Y lo mismo pasa con los niños en la edad del pavo, si ellos quieren bailar serán los primeros que sacrificaran horas con sus amigos para ir a clase. Pero cuando es el padre/madre el que quiere que el niño baile la cosa cambia, porque ese niño viene a clase cuando realmente lo que le apetecería sería estar en otro sitio, posiblemente con sus amigos. Los padres deben dejar que el niño haga lo que le guste, que descubra su afición por sí mismo.

¿Qué crees que valoran más los alumnos hoy en día?

Pues no lo sé, pero yo nunca he pretendido atar a mis alumnas en plan  son mías y no de otra escuela. Hay sitios que lo hacen. Mis alumnas son libres para aprender dónde y con quien sea. Cualquier cosa que les permita seguir creciendo y evolucionando para mi está bien.

Entonces, aparte de cómo les pueda enseñar, creo que están conmigo porque cómo soy yo. 

Soy una más, nunca les pongo límites ni frenos a mis alumnos. Por ejemplo, mis clases no van por edad, van por niveles y si tienes 10 años y eres buena irás con otras alumnas aunque sean mayores que tú.

Hay maestras que no conciben esto así y pretenden que sus alumnos estén siempre con ellas y nadie más, yo no, le dejo volar y creo que eso lo aprecian mucho.

Mi madre y yo somos muy diferentes bailando y a mi me gusta que aprendan conmigo pero también que aprendan con ella.

Antes de conocer Kydemy, ¿cómo gestionabas tu día a día (asistencias, pagos, comunicaciones)

Uff, ¿yo? Pues todo manual, todo efectivo, todo en agenda escrito a mano, con recibos, con un montón de carpetas… un caos. Mucho volumen de trabajo. 

A día de hoy las academias de flamenco no se consideran un negocio como tal, la gente piensa “ahora voy, ahora no voy, aquí no hay normas, etc” cuando en realidad, hay mucha disciplina detrás. Se considera más seria una academia de inglés o un gimnasio que una escuela de flamenco.

¿Cómo ha mejorado tu día a día desde que trabajas con Kydemy?

¡A mi Kydemy me ha salvado la vida! Al principio fue duro porque tenía que organizarlo todo de otra forma y me costó, aunque siempre os he tenido ahí pendientes para ayudarme.

Pero una vez lo he tenido todo formado, esto ha sido un salvavidas.

He podido desvincularme de whatsapp. Si la gente quiere algo lo tiene todo en la plataforma, puede consultar, dejar preguntas, pagar (eso sí que ha sido un antes y un después para mi con los pagos online, ¡una maravilla!)

Me ha quitado  mucho tiempo de gestión y me ha dado tiempo para mis clases y mucha calidad de vida.

¿Recomendarías a otras escuelas utilicen un software de gestión?

Sí, totalmente. Primero y para empezar, es el tiempo que recuperas, ni te imaginas lo que gastamos en gestión. Segundo, no tener que estar 24 horas pegada al teléfono. Si que es verdad que vas entrado en la plataforma para controlar asistencias, pagos pero es algo mínimo. Muy cómodo.

Tercero, que te paguen como te paguen, lo puedes gestionar desde el móvil. El tenerlo todo a mano ayuda muchísimo y los pagos online a través de la plataforma ha sido un descubrimiento para mi. ¡Estoy por quitar los pagos en efectivo a partir de enero!

Para gente como yo que llevamos nuestro propio negocio está genial. Tenerlo todo ahí 24 horas, 365 días al año.

Si quieres saber más sobre la Academia de Tatiana Ruiz te invitamos a que visites su Instagram y te entren las mismas ganas de bailar que a nosotros.

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