Diversos estudios demuestran que afrontar la vida de forma positiva puede ser beneficioso, no solo para bienestar emocional, sino también para tu salud mental y física.
Tener un pensamiento positivo no significa que ignores lo que ocurre a tu alrededor o que no puedas identificar un problema. Significa ver la parte positiva de cada situación. El pensamiento positivo solo significa que enfrentas lo desagradable de una manera más positiva y productiva. Crees que lo mejor va a pasar, no lo peor.
Pero, ¿dónde comienza el pensamiento positivo? Todo comienza en nuestro diálogo interior. En ese flujo interminable de pensamientos no manifestados que te pasan por la cabeza. Estos pensamientos automáticos pueden ser positivos o negativos.
Un estudio publicado en el Periódico Psychoneuroendocrinology (Psico Neuro Endocrinología) mostró la evidencia de que los cambios moleculares específicos en el cuerpo enfocados en la atención plena (el famoso “Mindfulness”) contribuyen en gran medida a un resultado superador.
¿Esto qué quiere decir?
Significa que podemos cambiar los resultados de nuestra vida cambiando nuestra manera de pensar. Y para ello, os mostramos algunas formas de pensamientos negativos :
Nos facilita la vida. Los pensamientos positivos generan una actitud positiva ante las otras personas y ante los hechos que nos ocurren. Si para nadie es un secreto que enfrentar las situaciones con una actitud abierta y optimista deviene siempre en mejores resultados y mejores relaciones, ¿por qué dar cabida a los pensamientos negativos?
Nos ayuda a ser mejores personas. Pensar positivamente nos permite mantenernos en paz internamente, lo cual nos da la posibilidad de ser más constructivos, asertivos y felices. Por otro lado, nos da más confianza y seguridad al momento de establecer relaciones, tomar decisiones y resolver situaciones.
Nos hace más fuertes. Quienes piensan positivamente tienen dificultades tanto como quienes piensan negativamente, pero el pensamiento positivo hace que las situaciones se vean de una manera más fácil y se piense más en soluciones que en problemas. Por eso, afrontan los retos de una manera más constructiva, lo que les ayuda a crecer y ser más fuertes.
Nos mejora la salud. Los pensamientos positivos ayudan a combatir el estrés, un asesino silencioso que enferma, envejece y mata. También resultan útiles para combatir los dolores y las enfermedades, especialmente cardiovasculares. Asimismo, fortalecen el sistema inmune, alejan la depresión y mantienen controlada la ansiedad.
Nos hacen más felices. Los pensamientos positivos mejoran todas las relaciones, comenzando por la que tenemos con nosotros mismos. Nos hacen sentirnos más confiados y seguros, facilitan la convivencia y nos vuelven más resistentes ante las dificultades y los obstáculos. Todo ello contribuye a mantener una vida más armónica y equilibrada.
En resumen, sé positivo, piensa en positivo y vive en positivo. Afronta los obstáculos de la vida desde un punto de vista que minimice el daño y siempre creyendo que hay una opción mejor, una posible solución.
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Fuentes:
https://www.inspirulina.com/5-grandes-beneficios-de-pensar-positivamente.html
https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/stress-management/in-depth/positive-thinking