Ofrecen una formación completa en artes escénicas accesible a todo el mundo. Desde principiantes hasta profesionales partiendo desde los 3 años de edad.
Realizan exámenes oficiales de la IDTA (regulados por Ofqual), son miembros de CID reconocido por la UNESCO y a través de COSDAE sus alumnos obtienen el certificado internacional de la danza.
La directora, Sally O’Neill, colegiada en IDTA (International Dance Teachers Association) y miembro del CID lleva toda la vida dedicada al mundo de la danza: como bailarina, coreógrafa y profesora. Encabeza un gran equipo de profesores con muchos años de experiencia en el mundo artístico.
Cuéntanos Sally, ¿ Cuánto tiempo hace que tienes la academia de baile y cómo decidiste abrir este tipo de negocio?
Llevamos ya 12 años en la academia actual. Yo empecé en la enseñanza bastante antes en otro sitio. Soy licenciada y colegiada por la IDTA en Inglaterra. Sería el equivalente al Royal de España. Me dedicaba al mundo del espectáculo como coreógrafa en televisión cuando surgió la oportunidad de dirigir la escuela municipal de Torrelodones. Decidí que la enseñanza sería una alternativa con gran futuro y me apasionaba la idea de transmitir el arte de la danza; así que dejé a un lado el mundo del entretenimiento para dedicarme a este proyecto a tiempo completo.
¿Qué crees hace a vuestra academia especial y diferente?
La formación de calidad y los títulos oficiales reconocidos internacionalmente. Empezamos a introducir los exámenes oficiales y vienen jueces desde Inglaterra a examinar a nuestros alumnos. El nivel es exigente pero ofrece la tranquilidad a los padres de que es la mejor formación para sus hijos.
¿Qué crees que hace falta tener a nivel profesional y personal para montar una academia de baile y tener éxito?
Primero ser un profesional titulado de lo que vas a enseñar. Hoy en día, desgraciadamente, puedes hacer un cursillo de ballet clásico de 1 año y abrir una academia de danza. Cualquier persona cualificada o sin cualificar puede abrir un estudio de baile y eso me duele en el alma.
Luego está la parte humana y emocional. Nos vienen mucho con referencias de otras escuelas niños que han practicado 5 o 6 años ballet clásico y muchas veces te preguntas dónde y cómo, porque no tienen el nivel que deberían tener. Lo ves en las caras de la madres que en ese momento se dan cuenta de que ha sido una pérdida de tiempo y dinero para ellas. Además muchos son niños que tienen gran potencial, con buenísimas condiciones pero les han enseñado mal y es una pena. Hay que saber tratar con esta clase de situaciones para que vuelvan a confiar en una academia. Luego también está la otra cara de la moneda, niños que llegan muy preparados pero éstos son realmente una minoría.
¿Vicky, en qué momento decides que quieres dar un paso más y digitalizar la gestión?
Fue más o menos a principios de este año. Decidimos cambiar ya que todo lo estábamos haciendo en papel. Renovarnos un poco y hacer las cosas más cómodas para todo el mundo. No andar con papeleos y llevarlo todo desde una plataforma. Entonces nos habló de Kydemy un compañero de mi cuñado. Nos recomendó otras también pero nos decidimos por ésta.
Queríamos que todo fuera más actual y renovado igual que la academia. Estar al día de los nuevos tiempos porque trabajamos con gente joven y es importante colaborar con gente con ideas nuevas. La parte del dinero es importante también, tal vez el momento no era el adecuado económicamente porque empezaba el confinamiento pero lo estudiamos y nos lanzamos.
Cuéntanos, ¿cómo organizabas todas las gestiones de tu escuela antes de contratar un software de gestión?
Antes de Kydemy era todo a mano. Mucha gente entraba a la academia con sus padres para preguntar o apuntarse constantemente y con Kydemy ya no hace falta. Aparte que ahora con la normativa que hemos puesto debido al Covid no pueden ir presencialmente y con Kydemy lo tienen muchísimo más fácil. Lo pueden ver todo online: los pagos que tienen que realizar, las clases y horarios a los que tienen que acudir sus hijos, su asistencia, etc.
Además, los pagos eran antes un poco caóticos. Como es una escuela familiar mi padre hacía el tema de los recibos y con la secretaría tenían que estar mandándose la información el uno al otro continuamente. Era complicado porque muchas veces había confusiones y cambios que él, al no estar físicamente en la academia, no sabía. Ahora es mucho más fácil. Además, compramos la impresora de tickets compatible con Kydemy y podemos imprimir directamente los recibos. Lo de los pagos domiciliados es fenomenal. Y estamos pensando para el año que viene hacer todos los pagos online a través de Kydemy.
¿ Cuáles son los aspectos o tareas de tu día a día (y de la escuela en general) que más han mejorado desde que usáis Kydemy?
El pasar lista de asistencia y saber quién viene cada día a clase. Más que nada por protocolo de seguridad, porque en el caso que haya algún positivo de Coronavirus, saber si ese día ha estado en clase y con quién ha estado en contacto es indispensable.
Luego hemos tenido varios alumnos que no han podido asistir porque han tenido que estar confinados, por padres que han tenido el Covid, y han podido seguir con sus clases online.
Es super rápido y sin mucha preparación han podido estar ahí conectados con el resto de la clase. Han sido solo 3 ocasiones pero nos da la tranquilidad de que en cualquier momento por cualquier motivo, ya sea por confinamiento, enfermedad, accidente, o lo que sea pueden seguir la clase online de forma rápida y organizada. No es la forma habitual en la que queremos impartir clases pero para estos casos puntuales está genial.
Y en cuanto a tus alumnos, en general, ¿crees que les ha beneficiado tener una aplicación móvil con sus clases?, ¿hay más comunicación entre profesores y alumnos?
Yo creo que sí, porque además durante el estado de alarma decidimos subir vídeos, de calentamiento, estiramientos, etc. Para que no perdieran la forma física. Si que es verdad que no usamos mucho los mensajes a través de la App aunque deberíamos usarlos más, pero muchas veces recurrimos por costumbre a los grupos de whatsapp. Sobre todo nos ha venido bien el tema de seguir las clases online y que tengan su información en la plataforma. Nos ahorra muchas llamadas cuando no se acuerdan que tienen que pagar ese mes. Al principio costó un poco el nuevo sistema pero ahora es mucho más fácil para todos.
¿Habías probado alguna otra plataforma digital antes de contratar Kydemy? si es que sí, ¿qué pasó?
No. Estuvimos mirando otras, pero al hacer la demo en la que enseñáis cómo funciona y demás, nos decidimos por ésta. Vimos que es fácil de usar, muy sencilla y visual. Era lo que buscábamos.
¿Recomendarías a otras academias que utilicen también un programa de gestión para su día a día?, ¿por qué?
Sí porque te evitas muchos dolores de cabeza, mucho trabajo y es que hoy en día todo se hace vía online y ahorras mucho tiempo.
¿Crees que tanto la plataforma de Kydemy como el equipo han cumplido las expectativas que tenías antes de comenzar con nosotros?
La verdad es que al 100%. Cada vez que tenía alguna duda, al principio sobre todo, de cómo se utiliza algo, enseguida enviaba un mensaje por el chat y en menos de un minuto tenía una respuesta que me solucionaba el problema al momento. Porque si dejas el problema y no lo preguntas o te quedas esperando una respuesta pues al final se te olvida. Pero en este caso ¡los problemas se solucionaban en cero coma!
¿Cómo os ha afectado la crisis del Coronavirus en el nuevo curso?
La verdad es que estamos muy contentas porque no ha afectado tanto como podíamos pensar en un principio. Esperaba más miedo y más bajas pero no ha sido así. Si que es verdad que llevábamos mucho tiempo preparando la vuelta, cómo íbamos a hacerlo, toda la preparación en la misma academia, etc. Han venido a realizar la inspección de riesgos laborales y nos han felicitado por como lo tenemos todo. Ha valido la pena el esfuerzo. Durante el confinamiento fue duro porque no sabíamos cuánto iba a durar y no habríamos podido aguantar muchos meses. Pero afortunadamente si nos dejan trabajar los niños seguirán formándose. Los padres nos dicen mucho que los niños están más seguros en la academia que en algunos colegios. Así que esto nos inspira confianza y nos impulsa a seguir mejorando. Hay un goteo este mes de nuevos alumnos que a lo mejor no pudieron inscribirse en septiembre y ven que ahora ya pueden seguir con su formación.
El mensaje que podemos aprender a través de la experiencia de Sally O’Neill es que la preparación y saber adaptarse e incluso adelantarse a los cambios es fundamental en cualquier negocio. La innovación es la clave para la continuidad de las academias.
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