Hoy os presentamos a Jordi Fàbrega, propietario y director que junto a su pareja, también artista María Pomar, dan vida a la Escuela CBM (Centre de Ball Mallorca). Nos explican sus inicios, su historia y el gran cambio que supuso para ellos digitalizar sus gestiones diarias.
Una escuela con 400 m2 donde alumnos de todas la edades pueden aprender y disfrutar del baile. Un equipo docente con una importante trayectoria profesional y una larga lista de campeonatos y premios dentro del baile deportivo que les convierte en referente nacional en esta disciplina.
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¡RESERVA UNA DEMO AHORA! Cuéntanos, ¿cuánto tiempo hace que tienes la academia de baile y cómo se os ocurrió abrir este tipo de negocio?
Abrimos la escuela en 2009 y realmente vino de casualidad porque mi mujer y yo vivíamos en Barcelona. Dábamos clases allí, pero sus padres también bailaban y cuando veníamos aquí a Mallorca a verlos les dábamos clases a ellos y a otra pareja. Empezaron a animarse otras parejas porque no había otra escuela por aquí que diera ese tipo de baile y les gustaba cómo lo hacíamos. Al principio íbamos yendo y viniendo y al final decidimos que, o lo hacíamos bien y montábamos una escuela o teníamos que dejar de darles clases. Así surgió CBM.
¿Qué hace a vuestra academia especial y diferente?
Bajo nuestro punto de vista, siempre hemos sido muy responsables con el tema de las titulaciones que tenemos que tener. Nuestros resultados a nivel deportivo en competición son destacables en la isla y los resultados de alumnos entrenados en nuestra academia son muy buenos. Me refiero a que el nivel técnico que nosotros hemos conseguido como escuela es la diferencia más grande.
Cuanto más sabe un profesor mejor puede enseñar a un alumno que comienza de cero y eso se nota. En el mundillo del baile a veces hay personas que hacen 3 o 4 años de baile y ya se ponen a dar clases. En mi caso, empecé con 4 años, a los 7 ya competía. Llevo más de 20 años formándome.
¿Qué crees que hace falta tener a nivel profesional y personal para montar una academia de baile y tener éxito?
Yo creo que se trata más de lo que tienes a nivel personal. Tiene que ser una persona que sea capaz de sacrificarse, de planificar bien qué objetivos quiere conseguir en su escuela. Si tiene carencias, debe rodearse de un equipo de profesores capacitados y en general, saber llevar el negocio.
Pero sobre todo, sacrificio, porque siempre habrá momentos que irá mejor y momentos que irá peor y si tiras la toalla seguramente no conseguirás aguantar muchos años.
A nosotros la parte competitiva que tiene nuestra disciplina a nivel profesional, intentando ser siempre de los mejores, la hemos traspasado al negocio teniendo siempre esas ganas de superación.
¿En qué momento decides que quieres dar un paso más y digitalizar la gestión?, ¿hubo algún problema en concreto que te hizo pensar “basta, necesitamos un cambio” o algo así?
Los primeros años de la escuela nos ayudaba en la gestión el padre de mi mujer porque nosotros compaginábamos nuestra carrera deportiva (muchas clases y competiciones, viajes, etc.) con la escuela y era muy complicado. Lo hacíamos con excel pero no era un sistema adecuado. Cuando ya pude tomar mejor las riendas de la escuela vi que había que cambiar este aspecto.
Primero encontré un programa pero estaba destinado más a gimnasios, como casi todos. Pero ya desde el principio no fue bien. Cosas que me habían dicho que iba a tener, no las tenía. No tuve ningún apoyo, una vez compré el programa, después del primer contacto, ya me dejaron solo y me tenía que espabilar; aunque no fuera bien tenía que seguir pagando durante un año. Casi ni lo usé, no me servía para nada en lo que se refiere a la gestión de la escuela.
Y mira, por esas casualidades de la vida, una profesora de la escuela me pasó la tarjeta de Kydemy. Vi el vídeo que tenéis en Youtube y ya con eso ¡boom, ya está!, dije, esto es lo que yo quiero. Desde entonces todo ha ido super bien.
No puedo decir nada malo porque estoy muy contento. Muchas veces la gente no entiende el trabajo que conlleva hacer un programa así, y éste está realmente pensado para las necesidades de una escuela de baile. Evoluciona constantemente con nuevas funcionalidades y enriquece el programa en sí.
¿Cuáles son los aspectos o tareas de tu día a día (y de la escuela en general) que más han mejorado desde que usáis Kydemy?
Uff… es que… ¡todo! A ver, primero y algo que es esencial para nosotros, el control de los pagos. Saber quién te debe dinero, quién no, quién está al día, etc. Porque muchas veces no es que no quieran pagar, es que se olvidan. Yo solo tengo que ir a la ficha del alumno y lo tengo todo desglosado. Además, ellos pueden entrar en su app y verlo también.
Además, el apartado de informes y estadísticas que añadisteis nos ayuda mucho a hacer un control y saber si hay algún problema o no. Por ejemplo, el informe de alumnos perdidos. Si quieres abrir un nuevo grupo de baile les puedes enviar un mensaje a esos alumnos en concreto para repescarlos, etc. Te da mucha información y al final la información es valiosa.
El tema de gestionar el horario con lo profes, poder subir vídeos, los pagos online… Nos facilita muchas labores del día a día de la escuela.
Ahora con todo el tema del Coronavirus, la parte de controlar la asistencia es fundamental. Poder saber quien vino a qué clase un día concreto, es algo muy importante y nos resulta muy útil.
¿Qué les dirías a las academias que todavía trabajan con lápiz y papel o excel, que tienen esa especie de miedo a las tecnologías?
¿Qué les diría? ¡Que ya van tarde! Que no busquen otro software, tiene que ser Kydemy porque es el único que se ha creado para escuelas de baile. Y por mucho que haya otros programas, ninguno no se va adaptar a nuestras necesidades. Ni tampoco un programa que te haga un amigo o un conocido te servirá. Yo conozco escuelas de baile que tienen el software integrado allí, en el ordenador de la escuela y no pueden trabajar desde ningún otro sitio.
Para mi es tan cómodo poder controlarlo todo desde casa, desde el móvil, o desde cualquier sitio.
En mi familia siempre se ha dicho que el propietario de un negocio “tiene que estar”. Con Kydemy tengo la libertad de “estar” sin hacerlo físicamente en la escuela. Te da un control muy grande.
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